¡Lee el Evangelio! es una sección de nuestro Sitio que contiene el Evangelio del Domingo que viviremos o estamos viviendo y el comentario de nuestro Párroco, que nos muestra una mirada sencilla y clara de lo que dice el texto y a que nos invita el Señor con este mensaje. Si tú crees ¡Lee el Evangelio!
DOMINGO 31° TIEMPO DE LA IGLESIA (03 de Noviembre 2013)
La gente impedía a Zaqueo la vista de Jesús. Opiniones, ocupaciones, prejuicios, nos dificultan este acto elemental de culto y encuentro con DIOS. Hay que decidirse a buscar tiempo y sitio con perspectivas para verle sin miedo al ridículo. Quizá de manera inconsciente da Zaqueo un ejemplo imitable. Este hombre impopular de profesión es un hombre simpático por su gesto; tiene algo pero le falta mucho, por eso puede cualquiera verse reflejado en él.
Jesús no excluye a nadie de su amor. Sus preferencias son para los más necesitados. Zaqueo es uno de ellos y al llenar su corazón del amor e ideales de Jesús experimenta que todo cuanto tiene le sobra porque ha encontrado el único que basta.
DOMINGO 31° TIEMPO DE LA IGLESIA (03 de Noviembre 2013)
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (Lc. 19, 1-10)
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador». Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más». Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido»
Palabra del Señor.
Comentario:
La gente impedía a Zaqueo la vista de Jesús. Opiniones, ocupaciones, prejuicios, nos dificultan este acto elemental de culto y encuentro con DIOS. Hay que decidirse a buscar tiempo y sitio con perspectivas para verle sin miedo al ridículo. Quizá de manera inconsciente da Zaqueo un ejemplo imitable. Este hombre impopular de profesión es un hombre simpático por su gesto; tiene algo pero le falta mucho, por eso puede cualquiera verse reflejado en él.
Jesús no excluye a nadie de su amor. Sus preferencias son para los más necesitados. Zaqueo es uno de ellos y al llenar su corazón del amor e ideales de Jesús experimenta que todo cuanto tiene le sobra porque ha encontrado el único que basta.
P. Manuel Troncoso Díaz
Párroco de Nuestra Señora del Rosario, El Tabo